¡OJO! LA ATENCIÓN AL CLIENTE NO CIERRA POR VACACIONES

Cuando llegan los meses de julio y agosto, los consumidores suelen cambiar de hábitos. Se cambia la rutina, por planes más nocturnos, playa, piscina, horarios diferentes y formas de vida más relajados. Sí, por fin llega el mes de vacaciones ansiado.

Además de los consumidores, las empresa, a sabiendas de ello, trabajan a medio gas, aprovechando estos meses para dar vacaciones a la plantilla y repartiendo el trabajo entre los que les toca trabajar.

El problema viene cuando los que se quedan, al desdoblar esfuerzos y responsabilidades, tienden a descuidar aspectos que, erróneamente, pueden interpretarse como secundarios y de menor importancia.

Al igual que en una tienda online en el que los pedidos, independientemente del mes en el que nos encontremos y poniendo un ejemplo, deben salir a tiempo y no repercutir en los plazos de entrega, en cualquier negocio se ha de prestar la misma atención en los servicios de atención al cliente.

Las empresas han de ser conscientes de que, aunque sea verano y que muchas personas están de vacaciones, no se debe perder calidad en el servicio de atención al cliente ya que los consumidores siguen enfrentándose a problemas, siguen quejándose igualmente de los fallos del servicio y continúan reclamando respuestas a sus preguntas. Los consumidores no entienden de vacaciones y no permiten relajaciones. Cualquier descuido por parte de la marca en este tema, acarreará las mismas consecuencias que acarrearía si fuera febrero, es decir, un cliente menos.interes_turistico.jpg

Si hablamos del sector turismo, sobra decir que una mala gestión en veranos de la atención al cliente es, prácticamente, sinónimo de suicidio. Es en estos precisos meses cuando más “jaleo” tienen y cuando más atento ha de estar el departamento o personal encargado de la atención al cliente.

¿Crees qué esta tu negocio preparado para encarar el mes de agosto?