Comunicación no verbal, ¡Domínala y úsala en tu beneficio!

¿Por qué no vienen más clientes?, ¿Por qué se van sin comprar?, ¡Mis precios son los más competitivos, no entiendo cómo no compran!, ¿Qué puedo hacer para atraer a más personas?… ¡Aplasta las dudas existenciales! ¿Te has planteado alguna vez que tu problema puede ser la forma en la que te comunicas con los consumidores? Debes prestar atención a los pequeños detalles, sólo así lograrás dominar el  sutil arte de la comunicación no verbal. ¡Comenzamos!

–          Céntrate en los clientes

Cuando un cliente entre en tu establecimiento, debes prestar mucha atención a cómo se mueve, cómo se dirige a ti, qué términos emplea… El objetivo es que, en cierto modo, te expreses de forma similar a la suya, ya que así conseguirás establecer un vínculo mutuo que hará que la venta se produzca en un ambiente distendido, cómodo y cercano. Copia discretamente algún gesto, incluye cuando te dirijas a él una palabra que él haya dicho y explícale las cosas de manera que pueda entenderlas. Cada cliente es un mundo y debemos controlar lo que nuestros gestos comunican de nosotros, intentando evitar que la otra persona pueda sentirse incómoda.

–          Aprende de las necesidades y problemas del cliente

A la hora de la conversación con el cliente, debes prestar la máxima atención a lo que te está diciendo. De esta manera, lograrás entender perfectamente su necesidad y te podrá servir para casos futuros como ejemplo para poder solucionar con eficacia un problema similar. ¡Solucionar los problemas con rapidez y eficacia es vital! Además, el cliente sentirá que haces tuyo su problema y se sentirá muy reconfortado. Mostrar y expresar con los gestos de la cara y el cuerpo preocupación, alegría o cierto grado de enfado (si así lo requiere la situación) harán que el cliente crea que verdaderamente sientes lo mismo que él. Así empezarás a notar que los clientes se marchan del establecimiento sintiendo que te has volcado con ellos y… ¡volverán a tu negocio la próxima vez que necesiten algo!

–          Haz que el cliente se sienta importante y valorado

En todo momento debemos atender la necesidad de nuestro cliente como si no hubiera algo más importante en el mundo. Debemos transmitir que nos desvivimos por lo que pide. Aportarle información sobre el tema, distintas formas de proporcionarle lo que necesita… son detalles que la otra persona interpretará muy positivamente y la hará sentirse importante. Si lo pensamos bien, esto es algo muy sencillo pero que forma parte de las necesidades básicas de los humanos, el sentirse importantes y valorados en su entorno. ¡Debes llenar ese vacío! Apoyar lo que decimos con movimientos de manos y gestos de la cara hará que la comunicación quede reforzada y el cliente lo entienda todo mejor.

–          Conecta con el cliente

Como comentábamos antes, debemos establecer un vínculo con el cliente, sólo así lograremos transmitirle lo que queremos y conducirlo por el camino adecuado. Debes, no sólo expresarte usando gestos y palabras similares a los suyos, sino que si al susodicho le ha ocurrido “X” cosa, a ti también te habrá ocurrido, opina, implícate, cuéntale tu caso, apórtale tu punto de vista o cómo solventaste la situación… Y siempre presta atención a lo que te está diciendo la expresión de su rostro, su postura, sus gestos… ¡Recuerda que los ojos son el reflejo del alma!

–          Escucha. Y ahora escucha un poco más

Para no dirigirte a la persona que tienes delante en un tono que no es el apropiado debes escucharle primero, prestarle atención, ¡empaparte de ella! Puede que en algún momento de la comunicación estés haciendo algún gesto o postura que haga sentirse incómoda a la otra persona. El no mirar a los ojos, cruzarse de brazos, fruncir el ceño y mostrar falta de interés, entre otras, pueden hacer sentir al cliente incómodo hasta llegar al punto de marcharse enfadado y pensando que hemos mostrado una actitud pasiva… Esto es algo que debemos percibir de cada persona, ya que cada una tiene una necesidad de atención diferente, y sólo a través de la observación de sus gestos, su postura y su habla lograremos captarlo.

¿Cuándo vas a empezar a poner en práctica estos consejos? ¿Sabes alguno más? ¡No seas tímido, cuéntanoslo!